Tras la muerte del Papa Francisco, aumentan las especulaciones sobre quién podría ser el nuevo Papa.
Entre los principales candidatos a próximo Papa, de acuerdo a la agencia NA, se destacan figuras de Asia, Europa, África y América Latina, con perfiles que van desde el progresismo pastoral hasta el tradicionalismo más férreo:
Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años): cercano a las ideas de Francisco, es visto como un posible continuador de su legado. Su defensa de la inclusión social y su experiencia en evangelización global lo posicionan como favorito entre los sectores reformistas.
Matteo Zuppi (Italia, 69): con un fuerte trabajo en misiones de paz, especialmente en Ucrania y Estados Unidos, representa una corriente dialoguista y comprometida con los conflictos globales.
Peter Turkson (Ghana, 76): es una de las voces más relevantes del continente africano. Con fuerte énfasis en la justicia económica y el medioambiente, su perfil global lo convierte en un contendiente de peso.
Pietro Parolin (Italia, 70): actual secretario de Estado, es el hombre de las grandes negociaciones vaticanas. Con experiencia diplomática y amplio conocimiento de la curia, podría consolidar una línea de transición ordenada.
Raymond Leo Burke (76 años): Uno de los cardenales más crítico de Francisco por considerarlo, como muchos de la conferencia episcopal estadounidense, demasiado cercano a los pobres. Creado cardenal por Benedicto XVI en 2010, se opuso a muchos cambios propuestos por Francisco, entre ellas que las parejas divorciadas y vueltas a casar pudieran recibir la eucaristía, o dar espacio a los homosexuales.
Peter Erdö (72 años): Es actualmente el arzobispo de Esztergom-Budapest y fue presidente de la Conferencia Episcopal Europea. También rechaza la comunión para los divorciados o casados nuevamente. Juan Pablo II lo creó cardenal en 2013. Considera como un “tráfico humano” el acto de recibir a refugiados que escapan de países en conflictos, con problemas climáticos o económicos.
Gerhard Ludwig Müller (78 años): Ocupó el cargo de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe hasta 2017. Esta congregación es fundamental para la Iglesia porque es una suerte de “Corte Suprema” en materia doctrinal. Es alemán. Al principio parecía ser un moderado pero luego pasó a ser un gran crítico del papado de Francisco.