El presidente Javier Milei firmó el veto a la ley que aprobó el Congreso sobre el aumento de jubilaciones y los fondos para discapacidad.

Este sábado, el presidente de la Nación, Javier Milei, firmó el veto a la ley que aumentaba las jubilaciones y las pensiones para discapacidad, una medida que había sido aprobada por el Congreso hace pocas semanas. Tal como había adelantado el mandatario en su momento, el veto fue confirmado por fuentes oficiales y se publicará este lunes 4 de agosto de 2025 en el Boletín Oficial. La ley vetada disponía un incremento de las jubilaciones del 7,2% y un aumento del bono para los jubilados, que pasaba de $70.000 a $110.000, con una actualización vinculada a la inflación. Además, la normativa extendía la moratoria previsional por dos años, permitiendo que quienes no cumplieran con los 30 años de aportes jubilatorios pudieran comprar los saldos faltantes.
La ley que también incluía la emergencia en discapacidad, promovida por el diputado Daniel Arroyo, otorgaba un refuerzo a las pensiones no contributivas por invalidez, elevándolas al 70% del haber mínimo jubilatorio. Además, este incremento sería compatible con trabajos formales siempre que los ingresos no superaran los dos salarios mínimos. La emergencia en discapacidad fue extendida hasta el 31 de diciembre de 2027. Esta ley también fue ratificada por ambas cámaras del Congreso.
El principal argumento del Gobierno contra estas leyes es que comprometen el equilibrio fiscal del país, situación que generó un fuerte debate político. La firma del veto se dio en un momento crítico, con las negociaciones políticas centradas en evitar que la oposición logre los dos tercios necesarios para rechazar el veto en el Congreso. En las últimas semanas, varios gobernadores, como los de Salta, Mendoza y Jujuy, fueron recibidos por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para evaluar las opciones de apoyo político que aseguren la viabilidad del veto.

El veto presidencial ocurrió en un contexto electoral complejo, a tan solo cinco días del cierre de alianzas para las elecciones nacionales de octubre, y en medio de negociaciones entre el oficialismo y gobernadores que buscan afianzar un bloque de apoyo. Sin embargo, la estrategia política también se enfrenta a desafíos dentro del Congreso, con algunos sectores de la oposición que podrían tener dificultades para sostener el veto debido a las negociaciones internas y los acuerdos políticos previos.
El veto afecta principalmente a dos leyes: el aumento de las jubilaciones y la extensión de la moratoria previsional, cuya aprobación en ambas cámaras del Congreso fue apoyada por una mayoría, pero que también dejó en evidencia las tensiones internas dentro de la UCR y el PRO. La ley que aprobaba el aumento de jubilaciones y pensiones fue respaldada por 142 votos a favor, pero también tuvo 67 votos en contra y 19 abstenciones. Por su parte, la ley de la emergencia en discapacidad recibió 148 votos afirmativos, pero también generó resistencias dentro de algunos sectores opositores que, aunque no estaban de acuerdo con el contenido, la apoyaron debido a acuerdos políticos previos.
Con la firma del veto, el foco del Gobierno ahora está puesto en evitar que la oposición logre reunir los dos tercios de votos necesarios para rechazarlo. El oficialismo necesita 86 votos a favor para sostener el veto, lo que podría verse complicado si se suman nuevas ausencias o abstenciones en el Congreso. La estrategia del Gobierno, según algunos analistas, es la misma que se utilizó en ocasiones anteriores, como cuando se vetó el aumento de las partidas para las universidades o los incrementos jubilatorios previos.
En cuanto al contenido de las leyes vetadas, el bloque de La Libertad Avanza ha manifestado críticas hacia la falta de fuentes de financiamiento para cubrir los aumentos propuestos. Según el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, las leyes aprobadas por el Congreso carecían de la viabilidad económica necesaria y no resolvían el problema fiscal que enfrenta el país.
Ahora, con la decisión tomada, se espera que la oposición intensifique sus esfuerzos para lograr la mayoría en el Congreso, mientras que el Gobierno apuesta a las negociaciones con los gobernadores para asegurarse los votos que necesita para defender su postura. La situación política sigue siendo incierta y las próximas semanas serán claves para definir el rumbo de estas reformas.