alumnos de los colegios Juan Pablo II y San Vicente de Paul, de la Parroquia de Villa Krause tienen clases de Educación Física en el polideportivo parroquial ubicado en Calle Lemos entre 6 y 7, Pocito. De forma permanente son víctimas de asaltos por partes de delincuentes de la zona.

Ataques de delincuentes a plena luz del día, colectivos apedreados, asaltos, violencia sin límites y con total impunidad cometida, la mayoría de las veces, por menores de edad que se escudan precisamente en esa circunstancia por ser inimputables ante la Justicia. Esa es la denuncia pública de un grupo de padres de los colegios parroquiales Juan Pablo II y San Vicente de Paul, de Rawson, cuyos alumnos tienen que ir dos veces por semana a las clases de Educación Física al predio que la parroquia de Villa Krause tiene en calle Lemos entre 6 y 7, Departamento Pocito. En esa zona hay varios barrios como el Teresa de Calcuta como Huarpes, entre otros, de donde salen algunos delincuentes que azotan la zona con asaltos a los transeúntes, vecinos y niños con total impunidad, ante la inacción de las autoridades correspondientes.
La zona es “tierra de nadie’’ y los delincuentes actúan con total impunidad, aseguran los padres. En innumerables ocasiones y desde hace varios años, los ataques se hicieron moneda corriente contra los alumnos que desde primero a sexto año concurren a las clases de gimnasia. Aunque esta situación se agudizó en los últimos tres años, con golpizas y malos tratos a los alumnos para quitarles sus pertenencias. Sumado a esto, los transeúntes sufren pedradas contra los vehículos, roturas de parabrisas en autos y camionetas como también motociclistas que sufrieron golpes con trozos de ladrillones con el fin de que los delincuentes les robaran sus pertenencias.
Los padres, que comentaron lo que sufren sus hijos e incluso ellos mismos, quisieron resguardar sus identidades por temor a represalias, algo común cuando suceden este tipo de denuncias públicas.
Precisamente, los padres comentaron que ya hicieron desde hace años notas, tanto a las autoridades de los colegios como ante las autoridades policiales. Pero aseguraron que nunca recibieron respuestas acordes ante este problema crónico de inseguridad en la zona, por parte de los distintos organismos gubernamentales como Policía, municipio como tampoco de los colegios, quienes deberían buscar otro lugar para evitar estos ataques a los chicos que solo van a cumplir con sus actividades escolares.
Solo fueron excusas, como problemas de jurisdicciones, lo que hacía que la Policía no pueda actuar ante estas situaciones, expusieron angustiadas algunas de las madres, cuyos hijos sufrieron heridas cuyas consecuencias fueron internaciones como tratamientos médicos y psicológicos ante estas situaciones traumáticas.
Cabe señalar que en esa zona de Pocito no hay cámaras de seguridad ni una iluminación adecuada, mientras que vecinos de la zona prefieren no hablar del tema por miedo a represalias como también les pasa a los padres de los alumnos de estos colegios rawsinos.