El viernes por la tarde, dejaron los pisos recién elaborados de diferentes veredas y conductores en la plazoleta y hoy en la mañana, cuando fue el encargado de albañiles para mojar los mismo se encontró con los pisos llenos de grafitis.

Es un tema cultural, educativo y de razonamiento, el solo hecho de darse cuenta que en el lugar que dejaban sus nombres o el nombre de un club intervenido o un insulto es un espacio religioso.
Lo que no se dieron cuenta que es un paseo, el cual es de todos los vecinos y que quien cuidará de el es el cura Brochero quien les puedo asegurar esta feliz de tener su espacio donde los vecinos todos los 16 de cada mes puedan llegar hasta ese lugar.
Les mostramos algunas imágenes de las que se pueden difundir, muchas otras no se pueden poner porque dejaron malas palabras y dibujos obscenos, espero que tomen una reflexión y que al menos pidan disculpas publicas al pueblo y al Cura Brochero.



