El gobernador de Tucumán sintió el impacto de la crisis de Scania y Topper en su provincia.

Osvaldo Jaldo confirmó su distanciamiento con la Casa Rosada con fuertes críticas hacia el gobierno libertario. El gobernador salió a poner límites por el impacto económico de las políticas de Milei en Tucumán, que en las última semanas enfrentó el cierre de la planta de Scania y suspensiones en la fábrica de Topper. “La macro es importante, pero no suficiente”, dijo y agregó que “a la Nación tiene que irle bien, pero con las provincias incluidas”.
Sus declaraciones son importantes por el rol que ocupó el tucumano desde el inicio del gobierno libertario. Durante el primer año de gobierno, Jaldo acompañó a Javier Milei en leyes importantes como la Ley Bases o el veto a la ley de financiamiento universitario y hasta partió el bloque de diputados peronistas para darle sus votos. Fue un aliado clave.
Sin embargo, este año a medida que el modelo económico de Milei empezó a mostrar su lado oscuro, comenzó a dar señales de alejamiento. Por caso, le quitó el apoyo al Presidente en la sesión especial que debatía el aumento a las jubilaciones, la declaración de la emergencia en discapacidad y una nueva moratoria.
“La macro es importante, pero no suficiente. Hay que ver si nuestras empresas hoy están en condiciones de competir con otros países del mundo frente a la liberación de las importaciones. La situación nos está demostrando que no”, dijo el gobernador este sábado en un acto por el Día de la Bandera.
Pero además, se despachó con duras críticas por la política de ahogo fiscal hacia las provincias. “La Nación debe mantener un diálogo más profundo con las provincias”, dijo y remarcó que lo decía como un gobernador calificado de dialoguista. “Yo puedo ser dialoguista, pero dialogo en favor de la provincia de Tucumán. Cuando nos tocan lo que nos corresponde a los tucumanos, vamos a dialogar un poco más fuerte”.
Hay que ver si nuestras empresas hoy están en condiciones de competir con otros países del mundo frente a la liberación de las importaciones. La situación nos está demostrando que no.
“A la Nación tiene que irle bien, pero con las provincias incluidas. Que no pretenda el Presidente que le vaya bien al gobierno nacional mientras a los 23 o 24 distritos del interior nos va mal”, agregó Jaldo.
El ahogo de recursos a las provincias del Gobierno de Milei se da por dos vías: por un lado el recorte de fondos y obras, como las rutas que financia el impuesto al combustible, que Nación cobra y se lo queda. Y por el otro el recorte de impuestos coparticipables, mientras mantienen intectos los que se queda Nación, como las retenciones.
Las declaraciones de Jaldo llegan en la antesala de una reunión que el lunes mantendrán los gobernadores en la sede porteña del Consejo Federal de Inversiones (CFI). En la última reunión los gobernadores se escaparon por la cochera del CFI sin hacer declaraciones, pese a que habían filtrado que harían un fuerte planteo a Milei. Se verá si este lunes se animan a levantar la voz.
Entre los temas que abordarán los gobernadores se destaca el derrumbe de la coparticipación federal, la propuesta de las provincias para modificar el impuesto a los combustibles y el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN)