Con el gabinete estallado y a una semana de elecciones críticas en la provincia, el presidente abandona el gobierno para otro viaje de turismo.

En el gobierno están desconcertados porque Javier Milei se va a Las Vegas a ver un show de Fátima Florez en medio de la crisis por el escándalo de las coimas y la suba del dólar.
Con la campaña electoral a la deriva y tras el cuarto puesto de La Libertad Avanza en Corrientes, el presidente se ausentará a horas de las críticas elecciones bonaerenses que el gobierno ya mira con una preocupación que no tenía semanas atrás.
En la Rosada trataron de concertar una bilateral que Donald Trump le viene negando desde enero, cuando asumió la presidencia de Estados Unidos, pero a dos días del viaje de Milei aún no la pudieron cerrar.
Para cruzar el desierto de Nevada, Milei no se subirá al Tiburón Rojo, el Impala descapotable rojo que manejó Hunter Thompson para llegar a Las Vegas. Usará el avión oficial, con un vuelo que cuesta entre 300 y 500 mil dólares pero le permitirá quedar a resguardo de los coyotes.
Para entrar al casino Hotel Sahara, donde cantó Elvis, Milei no deberá hacer cola: el carácter de VIP le permitirá una ubicación de lujo, que en Ticketmaster se consigue por 130 dólares.

“¡Viene Milei!”, celebró la alcaldesa de Las Vegas, Shelley Berkley, feliz de usar la figura del presidente argentino favorercer a un evento privado en su ciudad.
En 2012, la Oficina de Ética del Congreso investigó si Berkley, usó su cargo como congresista para beneficiar a la clínica donde trabajaba su marido, un médico de Las Vegas.