Un hombre de 31 años fue condenado a 8 años de prisión por abusar sexualmente de su primo y de su hermana. Las agresiones contra su primo, que tenía 7 años en ese momento, comenzaron como un perverso “juego” de intercambio: el niño accedía a prácticas de sexo oral a cambio de poder usar la computadora para jugar.

Este acuerdo, según fuentes judiciales, se repitió unas cinco veces, hasta que el agresor, que entonces tenía 16 años, elevó el nivel de la violencia y comenzó a violarlo, una situación que se extendió hasta que la víctima cumplió 11 años.
Con su hermana, que sufre de esquizofrenia, bipolaridad y epilepsia, los abusos se perpetraron de manera similar desde que ella tenía 7 años hasta que cumplió 21, de acuerdo a fuentes judiciales.
Además, un segundo hombre, la pareja de la abuela de la hermana, también fue sentenciado por abusar de la misma joven. La convivencia en la misma casa facilitó las agresiones.

Este agresor de 70 años, que padece diabetes e hipertensión, fue descubierto cuando la joven, internada por su salud mental, reveló los abusos. Aunque fue detenido, recuperó su libertad debido a sus problemas de salud. Ahora, aceptó un juicio abreviado y fue condenado a 6 años de prisión, con cumplimiento de la pena bajo arresto domiciliario.