El desastre marítimo, originado por un incendio a bordo, pone en foco los riesgos del transporte de vehículos eléctricos y la respuesta de emergencia, mientras expertos mantienen la vigilancia ambiental en el área.
El buque de carga Morning Midas, que transportaba cerca de 3.000 vehículos nuevos desde China hacia México, terminó en el fondo del océano Pacífico, a unos 770 kilómetros de la costa de las Islas Aleutianas de Alaska.

El incidente, que comenzó con un incendio a bordo y culminó con la pérdida total del navío, ha puesto en alerta a las autoridades marítimas y ambientales, aunque, hasta el momento, no se han detectado daños ecológicos inmediatos.”No hay contaminación visible” , afirmó Cameron Snell, oficial de la Guardia Costera de Estados Unidos con base en Alaska.
El Morning Midas, un buque de 183 metros de eslora construido en 2006 y registrado bajo bandera liberiana, zarpó del puerto de Yantai, en China, el 26 de mayo con destino a un importante puerto mexicano en el Pacífico, según datos del sitio especializado marinetraffic.com.
La embarcación, gestionada por la empresa londinense Zodiac Maritime, llevaba a bordo una carga compuesta por aproximadamente 3.000 automóviles, entre los que se encontraban cerca de 70 vehículos totalmente eléctricos y unos 680 híbridos, información proporcionada por la compañía y la Guardia Costera estadounidense.
El desastre se desencadenó el 3 de junio, cuando la Guardia Costera recibió una alerta de emergencia informando sobre un incendio a bordo del Morning Midas. En ese momento, el buque se encontraba a unos 490 kilómetros al suroeste de la isla de Adak, situada a 1.930 kilómetros al oeste de Anchorage, la ciudad más grande de Alaska.
La emergencia movilizó a los equipos de rescate y a la propia tripulación, compuesta por 22 personas, quienes lograron evacuar la nave y refugiarse en un bote salvavidas. Todos fueron rescatados por un buque mercante que se encontraba en las proximidades, sin que se reportaran heridos.
La magnitud del incendio y las condiciones adversas del clima impidieron que la tripulación pudiera controlar las llamas, lo que llevó a la decisión de abandonar el barco. Según detalló Associated Press, “una tripulación de salvamento llegó días después de que el incendio inutilizara el navío”.

Para entonces, el Morning Midas había quedado a la deriva, expuesto a los embates del mal tiempo y a la filtración de agua, factores que agravaron los daños estructurales y precipitaron el hundimiento del buque en aguas internacionales, a una profundidad aproximada que no se especifica.
La empresa Zodiac Maritime confirmó el lunes el hundimiento del carguero y subrayó que, como medida de precaución, “dos remolcadores de salvamento con equipo de control de contaminación permanecerán en el lugar para monitorear cualquier signo de contaminación o escombros”. Además, la compañía anunció el envío de otro buque especializado en respuesta a contaminación, reforzando así el dispositivo de vigilancia ambiental en la zona del siniestro.
El origen del incendio parece estar vinculado a la carga de vehículos eléctricos e híbridos. Tanto la Guardia Costera como Zodiac Maritime señalaron que “inicialmente se vio una gran columna de humo en la popa del barco proveniente de la cubierta cargada con vehículos eléctricos”.
Este dato ha reavivado el debate sobre los riesgos asociados al transporte marítimo de automóviles con baterías de litio, especialmente tras incidentes recientes en otras rutas internacionales.

La incertidumbre persiste en torno al destino de los vehículos transportados. Hasta el momento, no se ha confirmado si alguno de los automóviles fue retirado antes del hundimiento. Associated Press indicó que Zodiac Maritime no había respondido a los mensajes enviados el martes para aclarar este punto.