Los nuevos ritos incluyen:

- Un solo ataúd de madera revestido de zinc, en lugar de los tres ataúdes tradicionales
- El velatorio directamente en el ataúd, sin féretro elevado
- La exposición del cuerpo a los fieles sin catafalco
- La posibilidad de ser enterrado fuera del Vaticano
- La constatación de la muerte en la capilla, no en la habitación del difunto
- El traslado del cuerpo directamente a la basílica, sin pasar por el palacio apostólico
- La elección de la basílica de Santa María la Mayor como lugar de sepultura
- El uso de títulos más sencillos, como “papa”, “obispo de Roma” y “Pastor”